Opinión del editor

Oyendo de cuando en vez a los señores Casado y Rivera y, menos pero también, al señor Abascal con sus tres escalas tónicas dee patrioterismo cerrado y excluyente, he recordado un breve relato de Franzos en el que cuenta las vueltas que dio un libro de poemas de Schiller pasando de las manos de un monje polaco, a las de un judío y de las de éste a un campesino ucranio. A los tres la lectura de los poemas del escritor alemán les supuso salir de un oscuro y penoso pasado cargado de ataduras y mentiras para pasar al futuro. El pequeño relato se intitula «Schiller en Barnow». Si los planes de estudio de historia de España volvieran siquiera al plan de 1938 los denuestos de los tres hueros políticos ignorantes de la historia real de la patria a la que gritan, caerían sobre ellos avergonzado los y no vociferarian más. Ganaríamos todos.

Alberto Revuelta

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