Hoy es Navidad. Personalmente paso de la presión de hacer de Jesús un placebo del humanitarismo irredento e ineficaz, al uso. Tengo los suficientes años de lucha y resistencia. Respeto, intima y externamente, a quienes han decidido que Dios ni existe, ni ha existido nunca, y jamás existirá porque es un producto humano como los de Sony. A mi la conciencia del silencio del que venimos y al que vamos, me sobrecoge y me resisto como gato panza arriba a creer que las cosas son así por casualidad. Racionalmente no comprendo ni comparto esa postura. Y los que la defienden saben tanto como yo de lo real, de lo real. O sea nada. Así que como los grupos que iniciaron la difusión de la realidad humana debJesus el Galileo, eran pocos, mal avenidos, torpes y pecadores y yo lo soy, me siento bien entre los miles de personas iguales que siguen creyendo en Dios con rostro del Nazareno.
Alberto Revuelta