En 1926 publicó Rostovzeff su libro The social and economic historj of the román Empire. Es el primer estudio en grande que del Imperio romano se hace, y completa la reconstitución de la República, genialmente lograda por Mommsen. En la pág. 486 se leen unas palabras terribles:
1- «La evolución del mundo antiguo encierra una lección y una advertencia para nosotros.
2- Nuestra civilización no puede continuar si no llega a ser una civilización no de una clase, sino de las masas.
3- Las orientales fueron más estables y duraderas que la grecorromana, porque, basándose principalmente en religión, estaban más cerca de las masas.
4- Otra lección es que el ensayo violento de nivelación no ha servido jamás para elevar a las masas.
– Éstas han destruido las clases superiores y no han conseguido más que acelerar el proceso de barbarización.
5- Pero el problema último permanece como un espectro presente siempre e inevitable:
– ¿Es posible extender una civilización superior a las clases inferiores sin rebajar su nivel y diluir hasta desvanecerlas sus cualidades?
– ¿No está condenada toda civilización a decaer tan pronto como penetran las masas?»
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6- Un día, en un baño, coincidieron Diógenes el Cínico y Arístipo el Elegante.
– Arístipo, al salir, se puso la túnica harapienta de Diógenes;
– pero Diógenes no quiso en modo alguno salir a la calle con el traje purpúreo de Arístipo.