Opinión del editor

La autopsia del niño muerto en un pozo en Totalán ya se encuentra en poder de la jueza de Instrucción 9 de Málaga. Hay que esperar a que SS estudie el material que se le ha entregado y vaya decidiendo lo que haya de hacerse y saberse. Trece días de bombardeo de imágenes y palabras, muchas de ellas inútiles cuando no banales y estúpidas, es hora de reflexionar y de recordar. En primer lugar al pequeño ser humano a quien decisiones de adultos inconscientes pudieron el camino hacia su muerte. El dueño, o los dueños, del terreno, el pocero que construyó el tubo de veinticinco centrimetros sin permiso alguno, sabían que eso no podía, ni debía hacerse. Y ahora qué?. Quienes cargan con la muerte de la criatura?. Se nos ha halagado con nuestra capacidad de solidaridad en la desgracia. Bien está. Pero no se ha dicho que los mismos ciudadanos solidarios son quienes ejecutan obras ilegales, arriesgadas, que conducen a la muerte en este caso de un niñito. Quien tenga dos dedos de frente sabía que un tubo de setenta metros por el que una criatura cae es su tumba desde el primer momento. Hemos estado mintiendo colectivamente en un espectáculo más propio de los flagelantes de la edad media que de personas civilizadas del siglo XXI.
Alberto Revuelta.

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