OPINIÓN DEL EDITOR DEL 18/05/2023

Los márgenes del Po y de los afluentes y riachuelos de su entorno han sido desbordados por un agua incontrolable que lo inunda todo y cubre la Emilia-Romaña. Pepone, el alcalde rojo de Giuseppe Guareschi deberá buscar presupuestos para reparar tanto daño. Don Camilo, el cura con equipo de fútbol parroquial que quiere ganar al del partido comunista local no tendrá otro remedio que recurrir al gran Crucificado de su templo para que calme las aguas y lograr que retornen a su cauces. Pero el Po, eterno, sigue saliéndose de madre para cumplir su sino: llenar de agua los campos y gritar que solo el gran río manda . Alberto Revuelta

Esta entrada fue publicada en Actualidad. Guarda el enlace permanente.